Donde ir en Valencia
Cualquier recorrido de Valencia y de sus diez sitios emblemáticos ha de comenzar en la Plaza del Ayuntamiento
Plaza del Ayuntamiento
El origen de la plaza se remonta al siglo XIII, cuando Jaime I cede la casa de recreo del último gobernador árabe a los franciscanos para que construyan su convento extramuros. El convento de San Francisco establece la forma triangular de lo que sería la plaza. En 1835 con la desamortización de Mendizábal, los franciscanos son expulsados y el convento se convierte en cuartel militar, tomando la plaza el nombre de General Espartero en 1841. En 1843 toma el nombre de Plaza de Isabel II, la monarca reinante.
En 1852, al sur de la plaza, en la antigua Estación Norte, llega a Valencia la tercera linea de trenes de España. La actual Estación Norte se construye en 1917. En 1854 se mudan las dependencias municipales a la Casa de la Enseñanza cuya reforma se inicia en 1904 y le dan la fisonomía actual al edificio del Ayuntamiento. Entre 1868 y 1874 la plaza cambia su nombre por plaza de la Libertad.
En 1891, el gran deterioro de la instalación militar lleva a su demolición, dando lugar a los que es el actual centro de la plaza y retoma el nombre de plaza de San Francisco. A partir de este momento se empezó a gestar la construcción de una gran plaza que fuera centro comercial y administrativo, acorde con la definitiva ubicación del ayuntamiento. Entre 1913 y 1922 se construye el Palacio de Comunicaciones (edificio de Correos).
Con la entrada del siglo XX la plaza toma el nombre de Emilio Castelar. Luego de la Guerra Civil y hasta 1979 la plaza se denomina plaza del Caudillo, cambia su nombre a País Valenciano hasta 1987, cuando se denomina como Plaza del Ayuntamiento hasta la actualidad.
Por otro lado, tres han sido las estatuas que ha tenido la plaza. La primera, instalada en 1903, fue la del pintor Ribera que se mantuvo hasta 1931. La del General Franco estuvo entre 1964 y 1983. La actual de Francesc de Vinatea fue colocada en 1993.
Cada año, desde el 1 al 19 de marzo de cada año, como parte de Las Fallas, tienen lugar las mascletàs, shows piroténicos con gran afluencia de público.
En la plaza confluyen 17 lineas de buses diurnos y 10 lineas de buses nocturnos, dos estaciones de metrovalencia: Xativa y Colón se encuentran en sus cercanias.
Catedral de Valencia
La Iglesia Catedral-Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia, sede del arzobispado de Valencia, consagrada en 1238 por deseo de Jaime I, a la Asunción de María. La Catedral esta construida en lo que ha sido una secuencia de edificio religiosos que se remontan al imperio romano. A saber, inicialmente se encontraba un templo romano dedicado a Júpiter o Diana del que se conservan algunas columnas en el museo de la Almoina. Posteriormente se construyó una catedral visigoda y a continuación, durante la dominación árabe, una mezquita.
La construcción se inicia en 1262 y demora varios siglos en completarse, por lo cuál conviven varios estilos arquitectónicos en la edificación: gótico valenciano, románico, renacentista, barroco y neoclásico y así lo atestiguan sus tres puertas exteriores: la puerta de la Almoina (románico), la Puerta de los Apóstoles (gótico francés), la Puerta de los Hierros (barroco italiano), la Capilla de San Jorge y la Obra Nueva (renacentista italiano) y el Miguelete (gótico valenciano). Este último el Campanario de la Catedral construido entre los siglos XIV – XV, torre de planta octogonal con 50.85 metros de altura, desde donde se puede disfrutar de hermosas vistas panorámicas de la ciudad de Valencia.
En su interior se venera el Santo Cáliz, que según la tradición utilizó Jesús en la ultima cena, dado a la catedral por el rey Alfonso el Magnánimo en 1436. Destacan igualmente la girola, la nave principal y los laterales todos en estilo gótico y el altar mayor decorado con hermosas pinturas de estilo renacentista.
Centro Arqueológico de La Almoina
Ubicado cerca de la Catedral y la Basílica de la Virgen de los Desamparados en la plaza Décimo Junio Bruto es un espacio subterráneo de aproximadamente 2500 metros cuadrados que alberga un completo y bien conservado compendio de la historia y la evolución urbana de la ciudad desde su fundación hasta nuestros días. Está considerado uno de los mejores centros arqueológicos de Europa. En él se contemplan edificios que se remontan a la fundación de la ciudad.
De la Epoca Republicana se conserva un santuario de Asclepios, un horreum y unas termas. La curia, la basílica y el porticado del foro son los elementos de la época del Imperio Romano.
Del cristianismo visigodo, se exponen el baptisterio, un ábside ligado al culto de San Vicente y varias tumbas monumentales.
También se conservan restos del alcázar musulmán: una noria, un patio con alberca y parte de la fortificación. Después de la conquista cristiana se levantó el edificio de la Almoina, que da nombre al lugar, destinado a la manutención de los pobres.
Lonja de la Seda
La Lonja de la Seda inicialmente llamada Lonja de los Mercaderes constituye uno de los edificios emblemáticos del siglo de oro valenciano (siglo XV), muestra de la importancia de la industria de la seda, del avance comercial, el desarrollo social y el prestigio de la burguesía valenciana en la baja edad media. Construido entre 1482 y 1548 en estilo gótico civil valenciano siguiendo el modelo de la Lonja de Palma de Mallorca. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Situado en la plaza del mercado, frente al Mercado Central y el Templo de los Santos Juanes, es un edificio de 1990 metros cuadrados, que consta de tres cuerpos bien diferenciados rodeando un jardín (patio de los naranjos). El Salón Columnario o Sala de Contratación es un hermoso y magnifico espacio, con ocho esbeltas columnas de fuste helicoidal, que se abren como palmeras para formar quince bóvedas de crucería que cubren todo el espacio interior. Su altura de 17,40 mts transmite una singular monumentalidad a las columnas. En esta Sala se instaló la Taula de Canvis, instituida en 1407 por el Consejo Municipal de la Ciudad que obtuvo gran prestigio por su solvencia y volumen de operaciones bancarias.
El Torreón, con tres plantas, la inferior dedicado a capilla dedicada a la Inmaculada Concepción y las superiores utilizadas ocasionalmente como cárcel para mercaderes morosos. A ellas se accede por una escalera de caracol realizada sin eje central.
El Pabellón del Consulado del Mar, de principios del siglo XVI, de un marcado estilo renacentista en su pórtico y medallones de su remate. En la planta superior puede contemplarse el hermoso alfarje procedente de la antigua Casa de la Ciudad, del siglo XIV.
Mercado Central
El origen del Mercado Central se ubica en la época de la dominación árabe, cuando en el arrabal de la Boatella, extramuros de la ciudad, se asentaba un mercado o zoco. Conquistada la ciudad por Jaime I, este concede el privilegio de la celebración un mercado semanal, con posterioridad Pedro IV autoriza el carácter diario del mercado que básicamente consistía en espacios cubiertos por toldos o lonas y cestos de esparto donde se colocaban los productos. Estos puestos se montaban y desmontaban diariamente.
En 1838, a causa de la Desamortización, el Convento de las Magdalenas es demolido y se construye el Mercado Nuevo o de los Pórticos. Sin embargo se hizo necesaria la construcción de un nuevo mercado que atendiese la creciente demanda de la población. Se construye así entre 1917 y 1928 el Mercado Central en estilo modernista, convirtiéndose en uno de los edificios mas representativos de inicios del siglo XX, que conjuntamente con el Mercado de Colón y la Estación Norte son ejemplos de la arquitectura industrial del hierro.
La cerámica, el hierro, la piedra, y las vidrieras, adornan profusamente interiores y exteriores de este gran edificio dedicado al comercio. Destacan las vidrieras con los colores de la señera valenciana en la fachada del edificio.
Ocupa una superficie de 8160 metros cuadrados, divididos en dos zonas: una general de 6760 metros dedicada a los productos de la huerta y una de 1400 metros dedicada a la pescadería. El sótano es de 7690 metros y se utilizó para la subasta del pescado, actualmente se utiliza como aparcamiento.
En su distribución del interior los puestos se sitúan a lo largo de una serie de calles rectilíneas atravesadas por dos anchas vías. Se concibió para 959 puestos, formados en la zona general por tiendas altas cerradas para carnicería, tocinería, ultramarinos y quincalla; tiendas bajas para venta de patatas, legumbres, verduras, frutas y gallina; tiendas altas abiertas para venta de pan, aves, carne y caza, y en la zona de pescadería por tiendas altas para venta de salazones y despojos, y tiendas bajas para pescado.
Cabe destacar como elemento decorativo la veleta con forma de pez espada en lo alto de la cúpula de la pescaderia, en contraposición a su compañera de la zona de huerta que es un ave, concretamente una cotorra con nombre propio: la Cotorra del Mercado, sobre la que existe un mito urbano que hace alusión a los chismes habituales siempre en los mercados que se contrapone a la veleta de el Templo de los Santos Juanes como emblema de lo espiritual.
Estación Norte
La primera Estación de Ferrocarril que tuvo la ciudad de Valencia fue construida en el año 1851 y llevó por nombre Estación del Norte. Estuvo en servicio hasta 1917 cuando se inaugura la actual Estación Norte con el nombre de Estación de Ferrocarriles de la Compañía Norte. La ubicación de la antigua estación era el lado sur de la plaza del Ayuntamiento, donde se ubican actualmente los edificios de Telefónica y de La Equitativa.
La actual Estación del Norte fue proyectada en 1906 por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes. Su construcción se inició el 2 de agosto de 1906, siendo inaugurada el 8 de agosto de 1917 sin grandes alardes y sin que constituyera noticia de importancia para época. Tiene una superficie de más de 15 000 metros cuadrados frente a los 5 000 de la antigua y esta cubierta con una gran bóveda elevada sobre una estructura metálica con apoyos articulados, un verdadero alarde tecnológico para su época, cubriendo una luz de 45 metros, obra de Enrique Grasset. Su estilo se adscribe al movimiento modernista, dentro de la corriente denominada “Sezesión Vienesa”.
El edificio, donde se integran la arquitectura, escultura, pintura y artes decorativas, consta de dos naves paralelas a las vías y una tercera que conforma la fachada, adornada con motivos emblemáticos regionalistas y productos de la huerta valenciana, destacando sobre todos ellos la naranja. También destacan elementos emblemáticos alusivos a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España como la estrella de cinco puntas y el águila, símbolo de la velocidad, que remata el cuerpo central del edificio, que se completa con dos mosaicos de José Mongrell simétricamente colocados. A la fachada le precede un gran patio descubierto, cerrado por una verja de estilo vienés que separa la estación de la concurrida calle donde se ubica.
La ornamentación del interior del edificio en estilo modernista, se realizó con cerámicas vidriadas, trencadís y mosaicos con representaciones de mujeres ataviadas con el traje típico y guirnaldas de naranjas y otros productos agrícolas. En su vestíbulo, una combinación de maderas, cristal y mármol fusionan calidez, transparencia y brillo.
Los zócalos de cada puerta o ventanal interior del vestíbulo están hechos de madera y en los más altos se puede leer el lema «buen viaje» en distintos idiomas.
Ciudad de las Artes y las Ciencias
La Ciudad de las Artes y las Ciencias es un conjunto arquitectónico monumental único de singular belleza, obra de Santiago Calatrava y Félix Candela. Construido en el viejo cauce del río Turia, ocupa un eje de casi dos kilometros y esta integrado por seis grandes elementos: el Hemisfèric, el Umbracle, el Museo de las Ciencias Principe Felipe, el Oceanográfico, el Palacio de las Artes Reina Sofía, el Agora y el puente L´Assut de L´Or.
- El Hemisfèric es un cine digital 3D, con una enorme pantalla cóncava de 900 metros cuadrados que casi envuelve a los espectadores. Cada día se proyectan varias películas, en su mayoría documentales educativos de no más de 45 minutos aptos para todos los públicos.
- El Umbracle es un enorme de jardín de más de 17.000 cuadrados por el que se puede pasear contemplando plantas típicas mediterráneas o esculturas contemporáneas. Justo debajo del jardín se encuentra el aparcamiento público de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
- El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe ofrece diversas exposiciones interactivas sobre ciencia y tecnología y con su lema ¨prohibido no tocar¨ ofrece una experiencia única. En la planta baja, suelen presentarse exposiciones temporales. El Museo también ofrece también talleres científicos para todos los públicos.
- El Oceanográfico, el mayor acuario de Europa. Con siete ambientes marinos distintos, donde se pueden ver cerca de 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes, tales como delfines, belugas, morsas, leones marinos, focas, pingüinos o tiburones.
- El Palacio de las Artes Reina Sofía ofrece una programación que incluye óperas, conciertos, zarzuela y ballet. Fuera de los espectáculos, el edificio se puede visitar.
- El Agora el más reciente de los edificios que componen la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es un espacio versátil que suele albergar eventos de todo tipo. Normalmente no está abierto al público y no se puede visitar.
- El Puente de L’Assut d’Or, atraviesa el antiguo cauce del río Turia, entre el Museo de las Ciencias y el Ágora. Popularmente conocido como el jamonero o puente del arpa, tiene una longitud de 180 metros y su mástil de 125 metros de altura es el punto mas alto de la ciudad.
La Ciudad de las Artes y las Ciencias con sus audaces lineas arquitectónicas futuristas simbolizan la nueva Valencia: lo moderno dentro de lo milenario y se han convertido en el icono de la ciudad y obligada visita para los innumerables visitantes que cada año acuden para disfrutar con la cultura, naturaleza, ciencia y el arte.
Jardín del Turia
Es el mayor jardín urbano de España y uno de los mas visitados. Con mas nueve kilómetros de recorrido, va desde el Parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Este inmenso jardín está construido sobre el antiguo cauce del río Turia, desviado al sur de la ciudad para evitar las continuas inundaciones que sufría, dejando libre una importante franja de terreno que cruza la ciudad de oeste a este.
Inaugurado en 1986, consta de dieciséis diferentes tramos diseñados por diversos urbanista y paisajistas. Reproduce el antiguo paisaje fluvial, creando un recorrido único poblado por palmeras, naranjos, pinos, plantas aromáticas, fuentes, estanques, pistas deportivas y rosales. Es ideal para corredores, ciclistas, familias y amantes de la naturaleza, donde adicionalmente se encuentran el parque de toboganes Gulliver y el Palau de la Música.
Dieciocho puentes de diferentes épocas y estilos arquitectónicos cruzan el jardín. Destacan los históricos puentes de San José (siglo XVII), Serranos (siglo XVI), Trinidad (siglo XV), del Real (siglo XVI) y del Mar (siglo XVI); así como los más recientes: el Puente de la Exposición, el del 9 de Octubre y el de l’Assut d’Or; diseñados por Santiago Calatrava; el de las Artes, de Norman Foster; el del Ángel Custodio, de Arturo Piera. y el de Las Flores.
El antiguo cauce también une interesantes puntos de visita, como lo son: las Torres de Serranos, puerta de la antigua muralla; el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y el Museo de Bellas Artes.
Playas urbanas de Valencia
La playa de la Malvarrosa, así como el barrio situado junto a ella, datan de 1848; deben su nombre a los geranios malva plantados por Félix Robillard, quien por aquel entonces ejercía el cargo de jardinero mayor del Jardín Botánico. Robillard adquirió una gran extensión de terreno adyacente al mar con la idea de recuperar la zona. Para ello, desecó y plantó varias especies vegetales, entre la cuales se encontraba el geranium odoratissimun o geranio Malva-Rosa.
La playa era utilizada para desembarcar la pesca y para el intercambio comercial con los diferentes pueblos de la comunidad valenciana. Con el tiempo se convirtió en sitio de descanso para la población valenciana.
En la actualidad, con sus mas de 1800 metros de longitud y un ancho promedio de 60 metros, la playa presenta un aspecto muy animado, a ello contribuyen su fina arena, el Paseo Marítimo que la delimita y los numerosos hoteles, restaurantes y cafeterías. Dispone de puestos de socorrismo, una zona adaptada para el baño de las personas de movilidad reducida y aparcamientos
A continuación y separada por un puente que las une, se encuentra la Playa de la Patacona, prolongación natural de la Malvarrosa.
La Playa de la Patacona, es una playa urbana ubicada en Alboraya, que desde mediados de los años 90 se ha venido desarrollando como zona residencial. Pensada en principio como lugar de vacaciones por su cercanía a Valencia, ha tenido un fuerte crecimiento urbano que la ha convertido en una de la áreas mas cotizadas de la ciudad.
La playa de fina arena tiene una longitud de mas 1000 metros y 110 metros de anchura media. Cuenta con servicios de vigilancia, oficina de turismo puestos socorrismo y primeros auxilios, wc públicos y aparcamientos.
Su paseo marítimo, amplio y situado a pie de playa cuenta con amplia oferta gastronómica: cocina local, de autor, francesa, italiana y repostería. En verano, se puede disfrutar además de varios chiringuitos ubicados en la misma playa.
La cercanía de ambas playas a la ciudad y sus amplios espacios abiertos las hacen un excelente escenario natural para las mas diversas actividades.
Plaza de Toros
Antes de la construcción de la actual plaza, Valencia celebró sus fiestas taurinas durante muchos años en instalaciones temporales que satisfacían las necesidades de tales eventos. Desde 1085, se tiene constancia de las corridas taurinas en Valencia, las plazas de toros se montaban y desmontaban en fechas relacionadas con las festividades de las Fallas, la Feria de Julio y Navidades. Los lugares donde se ubicaban era: la Plaza del Mercado, la Plaza Tetuán, la plaza del Llano de Zaidia, la del Palacio Real y la de la Ronda.
En 1800 se toma la decisión de levantar una plaza monumental que fue destruida en 1808 para evitar sirviese de fortaleza al ejercito enemigo. Tras otra etapa de escenarios improvisados y diferentes, en el año 1850 el gobernador Melchor Ordónez encarga el proyecto de construcción de una Plaza de Toros al arquitecto Sebastián Monleón Estellés.
La construcción se llevó a cabo entre los años 1850 y 1860, basada en la arquitectura civil romana por lo que se considera neoclásica. Su estructura representa un polígono de 48 lados de 17,50 metros de altura, su fachada consta de cuatro galerías porticadas con arcos escarzanos en la planta baja y tres pisos de arcos de medio punto que totalizan 384, realizados en ladrillo visto de esmerada factura siguiendo el estilo neomudéjar.
La plaza tuvo una capacidad inicial de 16.851 espectadores, cifra que respondía a la enorme demanda taurina que había en Valencia en la época. Actualmente su capacidad es de 10.500 personas, luego de una reforma realizada en 2010.
El Museo Taurino de Valencia fue fundado en 1929 cuenta con una colección permanente que muestra la evolución de la tauromaquía valenciana desde el siglo XIX hasta nuestros días y también la historia de la plaza de toros. Este museo es uno de los pioneros y por tanto uno de los más importantes de los que existen en España, dispone de una biblioteca especializada y una sala audiovisual donde se proyecta el proceso de la lidia con sus tres tercios.
Sin duda la Plaza de Toros de Valencia es una de las mas bellas de España.