Calidad de vida y emigración
Las personas pueden abandonar su país por razones familiares, traslado por motivos laborales o cambio de trabajo, las condiciones políticas, guerras, etc.; pero una de las causas mas frecuentes que impulsan la decisión de emigrar (en combinación, o no, con alguna de las anteriores) es la necesidad que siente el ser humano, en un momento dado, de buscar para el y los suyos, mejor calidad de vida de la que disfruta para ese momento en su país de origen.
Es una decisión que la mayoría de las veces va acompañada de una dosis de malestar emocional, que será mayor o menor según la decisión se tome en forma serena, bien pensada o por el contrario ocurra de manera impulsiva y empujada por las circunstancias de la realidad.
La calidad de vida es el producto de las condiciones materiales de patrimonio, vivienda, cultura, seguridad social y de salud con las que cuenta o disfruta la familia. Que por un lado dependen de los esfuerzos realizados por las personas pero en un altísimo porcentaje de responsabilidad son determinados por las condiciones socio-económicas resultantes de las políticas llevadas a cabo por los gobiernos de los países.
Estas condiciones materiales se agrupan en seis áreas fundamentales:
1.- Laboral: Posición en el mercado de trabajo que permita los ingresos económicos que satisfagan necesidades de alimentación, vivienda, transporte, posesiones materiales o patrimoniales.
2.- Educación: Existencia de oportunidades de acceso a sistemas educativos públicos y privados con programas de formación profesional y de desarrollo personal a los cuales puedan tener acceso todos los miembros de la familia y facilitar su desarrollo.
3.- Bienestar socio-cultural: integración familiar, incorporación al contexto social y cultural de la comunidad donde se vive, interacción con las diferentes organizaciones sociales, culturales y de ocio.
4.- Seguridad Personal: ambiente institucional de seguridad física y jurídica, índice de criminalidad de la sociedad a la que se pertenece.
5.- Bienestar Físico: posibilidades de acceso a los sistemas de salud existentes, condiciones sanitarias ambientales y laborales que favorecen la prevención en salud.
6.- Seguridad Social: Existencia de políticas de protección social, ambiente de estabilidad social y política, índice de paz social, acceso a servicios de transporte y movilización.
La posibilidad de alcanzar un “buen nivel de vida” va a depender en primer lugar de que la sociedad o el país en el que uno vive, ofrezca y disponga de esos recursos. Claro que en segundo término, ya dependerá del esfuerzo que cada quien haga para alcanzar los mejores porcentajes posibles de logros en cada uno de los factores arriba señalados.
A las condiciones materiales hay que agregar la visión personal o valoración individual que se hace de la situación que cada quien ha logrado.
Son dos factores subjetivos principales:
7.- Estado Emocional: autoestima, positividad-negatividad, inteligencia emocional, creencias (religión, espiritualidad, aspectos filosóficos o sentido que se le da a la vida).
8.- Satisfacción personal: capacidad de adaptación a las condiciones, hábitos conductuales, satisfacción de expectativas con lo logrado.
Estos factores subjetivos hacen que las personas definan y asuman el grado de bienestar que les provoca lo alcanzado en el terreno de lo material. Ese “estado de bienestar” permite que la persona se sienta bien y satisfecha consigo misma, independientemente de que lo obtenido o logrado no sea lo máximo ni lo ideal.
A continuación, intentaremos representar gráficamente la aplicación de todos estos conceptos a tres situaciones relacionadas con el proceso de la emigración (modelos aplicables, con sus variantes, a cualquiera sea la causa o motivación de la decisión). El espacio en azul representa la situación ideal en lo que se refiere a objetivos deseados. En rojo se representa el espacio de los objetivos alcanzados en la realidad.
1.- Condiciones previas a la decisión de emigrar (tomando como ejemplo cuando la causa mas frecuente son las condiciones de vida en el país de origen):
Salvo en Bienestar socio-cultural (porque es el contexto social originario, de toda la vida: familia, redes sociales, cultura), todos los parámetros materiales u objetivos, en escalas de 0 a 100%, son deficitarios o limitados por las condiciones socioeconómicas y políticas del país.
El espacio de “calidad de vida” es reducido, pobre, sin equilibrio (inestable). Si además los parámetros subjetivos (emocional, adaptación-satisfacción) también están afectados entonces el “estado de bienestar” es igualmente pobre y hay sufrimiento. Es comprensible que este estado de cosas impulse u obligue a la persona a tomar la decisión de emigrar, incluso aunque no esté muy convencida o satisfecha con la decisión.
2.- Condiciones de la nueva realidad, teniendo en cuenta que el país al cual se emigra ofrece en líneas generales, en mayor o menor grado, todas las oportunidades que estaban limitadas en el país de origen.
En la nueva situación; cada quien de acuerdo a sus capacidades, experiencia y esfuerzo podrá tener acceso y posicionarse en niveles aceptables en cada uno de las condiciones materiales. En líneas generales toda persona tiene la posibilidad de recuperar un nivel razonable en su “calidad de vida”.
Por otro lado, los dos factores emocionales mejoran, entre otras cosas, por el hecho de que se ha dejado atrás la situación de sufrimiento. De manera que mejoran tanto el nivel de vida como la sensación de bienestar.
De esta forma, toda persona que emigra puede recuperar un espacio de calidad de vida y bienestar razonables, con equilibrio y estabilidad.
3.- En última instancia, la realidad de la emigración, representada aquí en forma sucinta y gráfica, es realmente una situación compleja y exigente que pone a prueba los recursos emocionales y psicológicos de la personalidad. Independientemente de la edad, educación, experiencia laboral, etc. Es por esto que no pocas personas tienen dificultades de adaptación a la nueva situación, independientemente de los objetivos materiales alcanzados. Entre otros aspectos, la contradicción entre las expectativas y los objetivos alcanzados, afectación del estado anímico por lo que puede significar para cada quien el cambio de vida, etc., derivan en un estado de insatisfacción que impide alcanzar el estado de bienestar adecuado.
Es por ello que, tal como se ve en la gráfica, puede darse la situación en la cual, aunque se logre un buen espacio de calidad de vida no tiene equilibrio ni estabilidad y por ende la persona vivirá con un malestar emocional que le impida disfrutar a plenitud del nivel de vida alcanzado, sea cual sea este.
Dr. Julio Campos Monterroso